Monumento al Rey Alhamar

Alhamar: Emir  de Arjona
Quizás para entender la relevancia que alcanzo el Ibn Al-Hamar sería bueno comenzar esta breve reseña aludiendo a una estela conmemorativa que se encuentra situada en la entrada a la Alhambra...
" A Alhamar, el varón más insigne de la Casa del Nazar, fundador de la Alhambra. Porque sobrepujaste los límites del tiempo y del espacio, haciendo palidecer todas las bellezas de la Naturaleza, al crear las maravillas de este Alcázar, para ceñir de gloria e inmortalidad las divinas sienes de esta ciudad incomparable y única, recibe el homenaje conmovido de Granada..."
Como si de una premonición se tratase, como si fuera un enviado de Alá, Alhamar nace en Arjona en el seno de una familia noble  y poderosa (los Banu Nasr), el 19 de Julio de 1195, curiosamente el mismo año que se produce la última gran victoria de los ejércitos almohades  en Al-Andalus,  en la Batalla de Alarcos, por ello muchos cronistas árabes se refieren a la fecha de nacimiento de Al-Hamar, como " el año de Alarcos". Este hecho le auguraba a Al-hamar un gran futuro como guerrero.
No cabe duda alguna historiográfica de que Al-Hamar nació en Arjona, son numerosas las citas que diversos historiadores islámicos y cristianos hacen referencia a ello, como tampoco hay duda alguna que es en Arjona donde tiene su origen el Reino nazarí en 1232 , consolidándose posteriormente en Granada en 1246.
Será precisamente en Aryuna (Arjona) donde Al-hamar pasa su infancia formándose como guerrero, formación que sin duda aprovechó, ya que llegó a ser un gran tagrí (guerrero de frontera) una vez alcanzada la madurez, destacando también en otros campos como la agricultura o la mística  erigiéndose como una gran Sufí.
La ubicación de su natal Arjona en zona fronteriza con el reino cristiano consolidará su condición de tagrí, hombre valiente y astuto que luchaba contra el infiel sin descanso, estas cualidades le acompañarán durante toda su vida. Ibn al-Jatib lo describe como " un guerrero valiente , un héroe, un hombre esforzado, de gran firmeza", todos estos valores aquí enunciados auguraban a Ibn Al-hamar un futuro gloriosos, unido a su astucia diplomática en un contexto oligarquía política en Al-Andalus, le ayudó a coronarse como Rey de Arjona, Porcuna, Guadix o Granada, así como fundar una dinástica, la Nazarí que resistiría el empuje de la cruzada cristiana hasta 1942.
Al-hamar como todo miembro de la familia de los Banu Nasr fue forjando su prestigio como gran tagrí, siendo reconocida su labor en la actividad militar  por toda la comarca y en espacial por su pueblo Arjona, que no dudo en nombrarlo rey, dando por sentado  su deseo de independencia política, siendo este el punto de partida que le catapultaría a proclamarse rey de otros enclaves islámicos como Jaén Baeza o Guadix. No cabe duda que parte importante de estas gestas se debió al apoyo incondicional y respaldo  de los Banu Asqilula, también hijos de Arjona, grandes guerreros y combatientes de frontera.
Este prestigio ganado en el campo de batalla se fue legitimando con el juramento de fidelidad de os habitantes de las distintas localidades que se rindieron a Al-hamar. Su reconocimiento público supuso la legalización de ese poder dándole la oficialidad a un nuevo reino que se estaba gestando y que tendría su sede en la capital Granadina, donde Al-hamar se  proclamaría emir de los musulmanes.
El emir de Arjona se instala en Granada, donde es recibido con honores, establece su morada en el Alcazaba de la Alhambra, iniciando en ella la construcción de uno de los conjuntos fortaleza-palacio más importantes del occidente islámico, instaurando en ella un nuevo movimiento artístico el nazarí. Tanto el arte nazarí como la dinastía nazarí fundada por Al-Hamar tuvo desde sus inicios una serie de rasgos emblemáticos, el color rojo color de la Alhambra y un lema "No hay más vencedor que Dios".
A modo de conclusión podemos destacar tres lugares que sin duda marcan la vida de Al-hamar, son enclaves que justifican su ascenso, y etapa más gloriosa, pero por otro lado su más añorada pena. Estas ciudades son Arjona - Jaén -Granada. Arjona, ciudad que le vio nacer, ciudad donde fue proclamado rey o emir, en la que inició el bagaje de una dinastía ,la que  le abrió las puertas del reino de Jaén, la misma que por otro lado marco el inicio de la reconquista cristiana del reino nazarí, con su cristianizó en 1244 por Fernando III. Jaén ciudad que le consolida como un emir importante, que se convierte en un primer eje centralizador de su poder, ciudad que por otra parte le  vio convertirse en vasallo de su mayor enemigo el Rey Fernando. Y por último Granada, emblema de la dinastía nazarí, donde forjo su morada, donde dejo su legado que se prolongó en el tiempo siendo el último reducto de la ocupación islámica en Al-Andalus. Al-hamar muere en 1273 a los 77 años , siendo fiel hasta el último instante de su vida a su estirpe de  guerrero. Su muerte se produce como consecuencia de una grave caída desde su caballo, intentado reducir el levantamiento que los Asqilula habían iniciado contra él, apoyados por los reinos cristianos con Alfonso X a la cabeza.

Sin duda estamos hablando del personaje más ilustre que ha dado Arjona a lo largo de sus 5.000 años de historia. Arjona siempre ha sabido reconocer la importancia de su Rey, de su Emir. Han sido mucho los monumentos conmemorativos a lo largo de a historia que han tenido como protagonista a este personaje. Hoy Al-hamar cuenta con el nombre de una Plaza ubicada en la antigua Alcazaba de Aryuna, una Calle, una estela conmemorativa que hicieron los nazaritas en 1950 resaltando a este personaje, estela que se encuentra hoy en el interior del Museo Ciudad de Arjona, antigua "Casa del Rey" ; y un monumento conmemorativo a él, que se encuentra ubicado detrás en la Plaza de Santa María, realizado por Cayetano Aníbal en 2001. 

Más allá de monumentos,  Arjona siempre llevará en el corazón a Al-hamar, ya que  cada vez que un Arjonero se postra ante la Alhambra, la siente como suya, tan suya como la siente el granadino, ellos porque la tiene allí físicamente, nosotros porque cada muro, estancia o palacio que la forman, lleva parte de nuestra historia.

Para que esa historia llegue a todo el mundo. La Asociación Musical "Lira Urgavonense" de nuestra localidad, plasmó en un Poema Sinfónico para Narrador y Banda, la historia de Alhamar, el título completo de la obra es: "De Arjona a la Alhambra, Al-hamar y Fernando III".  Se trata de una obra realizada por Antonio Salas Sola ( textos y ambientación histórica) y José Luis López-Mingo Ballesteros ( Música), ambos miembros de la Asociación, obra  incluida dentro del CD que la Asociación ha grabado el pasado mes de Julio de 2013. Con ella obtuvieron en 2011 el premio otorgado por Diputación de Jaén a la "Difusión de la Cultura " en la categoría de artes escénicas. Esta obra ha sido representada por numerosas localidades de la geografía jiennense, consiguiendo representarla el próximo día 30 de Noviembre de 2013 en Granada Capital, dentro de la programación del " Centenario del Milenio del Reino de Granada", lo cual es un orgullo tanto para ellos, como para la cultura local.

Para finalizar lo haremos con unos versos que recoge el poeta giennense Almendros Aguilar, versos que pone en boca del mismo Alhamar:

Yo he nacido en Arjona, en esta tierra
aprendí a manejar caballo y maza.
Aquí he vestido mi primera coraza.
Aquí he lidiado mi primera guerra.


Detalle Monumento a Al-hamar (Arjona)

Vista General del Monumento a Al-hamar (Arjona)



Detalle Frontal Monumento a Al-hamar (Arjona)



Vídeo de la Interpretación por parte de la Asociación Musical "Lira Urgavonense" de una parte de del Poema Sinfónico para narrador y banda " De Arjona a la Alhamar, Al-hamar y Fernando III.  Concretamente se trata de la "Alhambra", interpretada en Arjonilla en Julio de 2013, dentro del Castillo del Trovador Macías.





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